El hongo chaga es conocido por fortalecer el sistema inmunológico, ayudando a prevenir enfermedades al equilibrar las defensas del cuerpo. Los beta-D-glucanos presentes en el chaga regulan la actividad del sistema inmune, estimulándolo cuando es necesario y disminuyendo su respuesta cuando está sobreactivo, lo que puede ser crucial en casos de inflamación crónica. Además, el chaga contiene antioxidantes que reducen la inflamación al influir en la producción de citoquinas, como el factor de necrosis tumoral alfa, mejorando así la respuesta inmunológica general.
 

Este hongo también es beneficioso para el control de los niveles de azúcar en sangre, lo que lo convierte en una opción prometedora para quienes padecen resistencia a la insulina, síndrome de ovario poliquístico o diabetes tipo 2. Estudios han mostrado que puede reducir el azúcar en sangre hasta en un 31%.
 

En cuanto al colesterol, el chaga ayuda a disminuir los niveles de colesterol "malo" (LDL), triglicéridos y aumentar el colesterol "bueno" (HDL), lo que no solo mejora la salud cardiovascular, sino también fortalece las arterias y reduce el riesgo de enfermedades cardíacas.